Por la salud de las personas
Comer más vegetales y reducir el consumo de productos animales contribuye a una mejor calidad de vida a lo largo de todo el ciclo vital y a prevenir enfermedades crónicas comunes en nuestro país. Además de eso, una dieta rica en vegetales ayuda a evitar la emergencia de enfermedades zoonóticas y el desarrollo de complicaciones derivadas de la resistencia bacteriana.
Enfermedades muy frecuentes en nuestro país y el mundo están asociadas con el consumo de productos animales.
Las dietas con cantidades reducidas de productos animales y ricas en vegetales reducen el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, cardiopatías isquémicas, algunos tipos de cáncer, hipertensión, formas graves de obesidad, enfermedad diverticular, entre otras. En Argentina, solo el 6 % de la población cubre las recomendaciones de ingesta diaria de frutas y verduras, casi la mitad consume alimentos de origen animal todos los días y alrededor de un tercio, ultraprocesados con alto contenido de azúcar, grasas y sal y bajo valor nutricional.
La ganadería industrial favorece la emergencia y la propagación de enfermedades zoonóticas.
Alrededor del 60 % de todas las enfermedades infecciosas en los humanos son zoonóticas. Las zoonosis son responsables, a nivel global, de unos 2500 millones de muertes humanas y de unos 2700 millones de casos de enfermedades humanas al año.
El uso abusivo de antibióticos en animales destinados a consumo alimentario genera condiciones que pueden llevar a la resistencia bacteriana.
A medida que las bacterias se vuelven más resistentes a los antibióticos que se administran a estos animales, también se vuelven más resistentes a los antibióticos necesarios para tratar a personas enfermas. Al menos 700.000 personas mueren cada año debido a las enfermedades resistentes a los medicamentos y se estima que esta cifra podría aumentar.